El negocio de los drones es un negocio en auge. Pero hay mucha diferencia entre ser un operador profesional o comprar un aparato por hobby. Y la Agencia Estatal de Seguridad Aérea ha establecido unas líneas rojas muy claras sobre lo que se puede y no se puede hacer, si hace falta tener licencia para volar el dron y dónde. Tomar buena nota de ella es algo fundamental.
Desde finales de 2017, la ley que aplica al uso civil de aeronaves pilotadas por control remoto en España es el Real Decreto 1036/2017. En él queda recogida la regulación sobre el uso de aeronaves tanto para uso profesional como recreativo.
El uso recreativo y el uso profesional de drones
Una de las cuestiones más comunes sobre los drones tiene que ver con la necesidad o no de poseer una licencia de piloto. La ley diferencia entre uso profesional y recreativo. Para este último no es necesario, pero sí es recomendable saber volarlo con seguridad, para evitar incidentes. Además este tipo de drones no puede tener un peso superior a los 2 kilos. Y aunque no es obligatorio, también es recomendable contar con un seguro de responsabilidad civil. En caso de que ocurra un incidente, el dueño/piloto del dron es el responsable de los daños que se causen.
Para el uso profesional de los drones sí que es necesario poseer una licencia de piloto. Estas personas deben acreditar unos conocimientos teóricos y prácticos. Además de contar con un certificado médico de clase LAPL (para drones de menos de 25 kilos) o de clase II (para aparatos de más de 25 kilos). A ello se suma que hay que contar con un seguro de responsabilidad civil y hay que identificar tanto al dron, como al propietario y al piloto que vaya a hacer uso de él.
¿Cómo puedo conseguir la licencia para volar el dron?
Hay que realizar un curso teórico y práctico, homologado por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). En estos cursos se enseña todo lo necesario sobre el vuelo de drones. En la parte teórica se explicará, entre otras cosas, las situaciones en las que está permitido el vuelo, los problemas más frecuentes, saber interpretar las cartas aeronáuticas, meteorología o los aspectos técnicos para posibles reparaciones.
Tras superar el examen teórico, el futuro piloto de drones tiene que hacerse un chequeo médico y superar la parte práctica. En el chequeo médico, similar aunque más completo que el que se hace para sacarse el carnet de conducir, se revisan aspectos como la agudeza visual, la capacidad auditiva. También se realiza un análisis de sangre y orina.
Por lo que respecta a la parte práctica, el examen debe estar diseñado en función del modelo de dron que se va a utilizar. Una vez superado, ya puedes disfrutar de tu licencia para volar el dron de manera profesional. Una de las profesiones más demandadas y con más futuro.
Y si necesitas uno de los drones DJI no dudes en contactarnos. Como empresa subdistribuidora de drones y accesorios DJI, te ofrecemos una serie de modelos de drones con los que elaborar diferentes proyectos fotogramétricos en la obtención de ortofotos, modelos digitales del terreno o restitución cartográfica. Además somos expertos en el uso de drones y contamos con pilotos especializados en RPAS que pueden llevar a cabo cualquier trabajo.
